Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

Estampa de Navidad.




La tristeza me sigue como un perro delgado que ha dejado de lado el hambre y luce sus costillas como una red donde sólo puede atesorar los miedos.

La tristeza –si me desnudo– es en mí ese costillar seco que emerge como una caja de fósiles a través de la piel. 

Lloran mis huesos de animal perdido el llanto que mis ojos dejaron de permitirse, contienda tras contienda. De mis ojos, como de los ojos de un esqueleto de vitrina, caen huesos demacrados de ausencia. Se me ha vuelto la piel como un reproche ante la calavera y ha dejado esta sequedad, este estoicismo observador de espantos con sus cuencas vacías, con sus ojos de llorar osificados de tanto no llorar y sólo ver.

Angélica me dice que desde Somalia a hoy me he vuelto todo hueso y todo secarral. "Eras humano cuando te conocí", murmura aún, "eras apasionadamente humano".

En Somalia, sin embargo decía cuando me veía actuar: “eres un demonio, Dios mío, eres un demonio”.

Ella ha madurado. Ha dejado de ser aquella joven médica que nació para salvar al mundo y se conforma ahora con salvar lo que puede o lo que las circunstancias le permiten salvar. Es siempre poco y nada, como me pasa a mí, sólo que yo lo supe antes que Angélica.

No coincidíamos en un mismo horror desde el 2011 y llegamos al 2015 con esta actitud gastada y tumefacta en que nos miramos desde el conocimiento robusto de la pena.

Ella está mucho más agobiada y descreída. Yo mucho más enfermo. 

¿Cómo festeja la Navidad cristiana un niño refugiado cuya familia lo ha perdido todo, incluso, a la mayoría de sus miembros?

Mientras caminamos entre la multitud de humanos sin hogar es la pregunta que ambos nos hacemos, creo que porque hemos perdido nuestra fe.

Los niños a su vez se preguntan dónde les dejarán sus regalos si ellos ya no tienen casa. Cómo los hallarán para dejarles sus regalos, si tampoco tienen vecinos porque todos han huido o han muerto y nadie tiene nada ni nadie sabe nada de los demás que también han huido o han muerto.

Ángelica les pregunta a algunos ¿y qué quieres que te traiga el Niño Dios? 

Yo traduzco despacio las respuestas: regresar a mi casa; encontrar a mi madre; algo de comer; una cobija; que termine la guerra.


(Segundo diario del Kurdistán)

Participan en este sitio sólo escasas mentes amplias

Uno mismo

En tu cuarto hay un pájaro (de Pájaros de Ionit)

Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

Valor de la palabra

Hombres dignos se buscan. Por favor, dar un paso adelante.

No a mi costado. En mí.

Poema de Morgana de Palacios - Videomontaje de Isabel Reyes

Historia viva - ¿Tanto van a chillar por un spot publicitario?

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
El hundimiento del buque escuela Crucero Ara General Belgrano, fue un crimen de guerra que aún continúa sin condena.

Porque la buena amistad también es amor.

Asombro de lo sombrío

Memoria AMIA

Sólo el amor - Silvio Rodríguez

Aves migrantes

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Feria del Libro de Jerusalem - 2013

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Café literario - Centro de convenciones de Jerusalem

Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe