Apendicitis crónicas (las páginas colgantes)

TEORÍA DE LA PROSA - IRRESPONSABILIDAD DEL VERSO - IMAGINACIÓN DEL ENSAYO - INCERTIDUMBRE DE LA REFLEXIÓN

En defensa del agua




Somos este desastre de jugos agridulces, este charco doméstico sin luna. En él hundo los pies.

Llueve despacio y se combate cerca, nuevamente. Ya no distingo el trueno del estruendo bajo esta secuencia fabricada con tiempos que se acortan. Tampoco distingo un resplandor del otro resplandor.
Hemos tomado los fusiles y dejado las palas de cavar. Estamos tiesos en la misma soledad de las acacias y con el oído y la nariz en vela. Respiramos con dificultad dentro de esta cueva húmeda que es la noche del miedo.

Estoy pero no estoy aquí en tu carta ni sé si mañana podré volver a ella; si estaré aquí para volver a ella.

Uno se acostumbra a las incógnitas y al final, la vida toda es una gran incógnita porque nadie tiene comprado el día que viene ni la hora ni el minuto que vienen. Sólo ocurren o dejan de ocurrir.

Hay muchas cosas que ya me quedan lejos hasta de la memoria. Fluctúan los contornos de esas cosas que me quedan casi en el olvido, como cosmos de agua. La vida ha interferido en el recuerdo y me obliga a mirar el hoy y aquí.

A veces evoco con este hábito de la melancolía, momentos que no están y ni siquiera sé si acaso algún día estuvieron o simplemente sólo los escribí en un libro que tampoco recuerdo. He dejado tanto libro a merced del silencio, allí, en ese lugar mío al cual no volveré, que la mitad de mí es inhabitable. Quizás más.

Llueve en tu nombre mientras me adormezco. El cansancio se vuelve inevitable cuando agarrota el alma. 

No es mi turno de guardia y mi compañero repite varias veces:“duérmete hombre, aprovecha y duérmete”, mientras me ve escribir.

Intento hacerle caso igual que un charco que lixivia la tierra, lentamente, hasta que sobre nosotros llueven balas, varias rondas de balas.

Mientras corremos, mi compañero y yo, a asegurar el hueco en el perímetro, pienso en cuánto me gusta mojado por la lluvia, un cuerpo de mujer. 

El agua se mete entre mis labios como un beso.


                                               Imagen: Album de la tropa



Participan en este sitio sólo escasas mentes amplias

Uno mismo

En tu cuarto hay un pájaro (de Pájaros de Ionit)

Un video de Mirella Santoro

SER ISRAELÍ ES UN ORGULLO, JAMÁS UNA VERGÜENZA

Sencillamente saber lo que se es. Sencillamente saber lo que se hace. A pesar del mundo, saber lo que se es y saber lo que se hace, en el orgullo del silencio.

Valor de la palabra

Hombres dignos se buscan. Por favor, dar un paso adelante.

No a mi costado. En mí.

Poema de Morgana de Palacios - Videomontaje de Isabel Reyes

Historia viva - ¿Tanto van a chillar por un spot publicitario?

Las Malvinas fueron, son y serán argentinas mientras haya un argentino para nombrarlas.
El hundimiento del buque escuela Crucero Ara General Belgrano, fue un crimen de guerra que aún continúa sin condena.

Porque la buena amistad también es amor.

Asombro de lo sombrío

Memoria AMIA

Sólo el amor - Silvio Rodríguez

Aves migrantes

Registrados... y publicados, además.

Safe Creative #1006060192036

Todos los derechos están reservados

Safe Creative #1209172351784

Feria del Libro de Jerusalem - 2013

Feria del Libro de Jerusalem - 2013
Café literario - Centro de convenciones de Jerusalem

Acto de fe

Necesito perdonar a los que te odiaron y ofendieron a vos. Ya cargo demasiado odio contra los que dijeron que me amaban a mí.

Irse muriendo (lástima que el reportaje sea de Víctor Hugo Morales)

Hubo algo de eso de quedarse petrificado, cuando vi este video. Así, petrificado como en las películas en las que el protagonista se mira al espejo y aparece otro, que también es él o un calco de él o él es ese otro al que mira y lo mira, en un espejo que no tiene vueltas. Y realmente me agarré tal trauma de verme ahí a los dieciseis años, con la cara de otro que repetía lo que yo dije tal y como yo lo dije cuarenta años antes, que me superó el ataque de sollozos de esos que uno no mide. Cómo habrá sido, que mi asistente entró corriendo asustado, preguntándome si estaba teniendo un infarto. A mi edad, haber sido ese pendejo y ser este hombre, es un descubrimiento pavoroso, porque sé, fehacientemente, que morí en alguna parte del trayecto.

Poema 2



"Empapado de abejas
en el viento asediado de vacío
vivo como una rama,
y en medio de enemigos sonrientes
mis manos tejen la leyenda,
crean el mundo espléndido,
esa vela tendida."

Julio Cortázar

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.

Mis viejos libros, cuando usaba otro seudónimo y ganaba concursos.
1a. edición - bilingüe